Esta “entrada” es un tanto peculiar
ya que relata dos actividades deportivas y la estancia en casa de Ures con su
respectiva salida nocturna.
Viernes 1 de noviembre:
Ures, Miguel y Yo nos levantamos
pronto para hacer bici de monte por el
Parque Natural de Izki (Alava).
La salida tiene una distancia de 50 km con un desnivel de 1.100 metros . Tiempo
estimado 6 horas. Dificultad Alta. Prueba Circular.
Pasaremos por los pueblos de
Maeztu, Apellaniz, Marquinez, Urturi, Quintana, San Roman de Campezo, Korres,
Antoña y Maeztu.
La previsión del tiempo era bastante
adversa, frío y lluvia, pero tuvimos la suerte de que no nos llovió casi nada
en todo el trayecto y aguantamos bastante bien el frío.
Una de las peculiaridades de este
Parque Natural es la cantidad de hayedos con los que te encuentras.
El terreno por el que se circula
es muy variado. Bien pueden ser pistas agrícolas como senderos arenosos. Y a la
vez, te encuentras dentro de un bosque como bordeando extensos valles.
Cuelgo algunas fotos.
El pueblo más singular para mí fue
Korres. Casco medieval muy bien cuidado cuyas calles son de piedra y muy
estrechas. Aquí nos paramos para comer unas tristes croquetas y unas sencillas
ravas.
Volvemos a Maeztu antes de que
oscurezca.
Después de tomarnos unas cañas en
un pueblo nos dirigimos a Ezcaray. Lugar donde nos encontraremos con Joquín y
Rebu, los juerguistas…
Fueron bastantes las críticas que
hubo de la casa de Ures pero tengo que salir en su defensa y decir
que la casa
me gustó mucho. Cierto es que hacía un poco de rasca y que el agua estaba congelada, pero, qué
quieres cuando una casa no está habitada normalmente.
Después de ducharnos y de ponernos guapos, tomamos unas tapas en el Bar Masip.
De copas pasamos por varios garitos
acabando en un antro en donde dejaban fumar (me acordé mucho de Jaime). Unos
bailoteos, unas miraditas y…. a casa. Una noche más nos volvemos sin compañía
femenina. Eso sí, volvimos a las tres de la mañana, cuando queríamos madrugar
el sábado para hacer una salida montañera.
A eso de las 11 horas nos
despertamos, con algo de resaca. Nos duchamos, esta vez sí con agua caliente y
para las 12 horas estamos preparados para hacer nuestra ruta.
Salida de 14 km con un desnivel de 500 metros y un tiempo
estimado de 4 horas. También circular.
Dejo el enlace: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5565377
Dejo el enlace: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5565377
En esta ocasión nos acompañan
Joaquín y Rebu. Dos personajes muy poco habituados a esto del deporte.
Lo que me sorprende es lo bien
preparados que iban (mochila a juego, botas a estrenar, comida en plan
barritas, chubasquero que se engancha a la mochila, clinex, etc…).
A los 40 minutos hacemos una “corta”
parada de 20 minutos (como sigamos a este ritmo no llegamos ni para las 20
horas jajaja).
De camino a Turza, charlamos de
varios temas y jugamos al pillapiva. Juego que no me atrevo a explicar pero que
sólo de recordarlo me troncho. Por cierto, la mejor, la de Rebu.
En Turza hacemos la segunda
parada.
A Joaquín ya se le ve un poco
fatigado. Miguel le tranquiliza diciéndole que, según el GPS, tan sólo hay una
subida de 200 metros ,
llaneo y todo para abajo.
Empieza la ascensión y oh
sorpresa, nos encontramos con una pendiente continuada de más de 1 kilómetro y con el
sol de frente.
Es este momento se hacen los “grupos”.
Miguel decide ir a su aire ya que dice que es mejor que cada uno vaya a su
ritmo. Yo le hago caso y sigo detrás de él. Un poco más abajo se encuentra el
dúo Ures-Rebu que se les ve discutiendo de temas que no quiero ni imaginar y
más abajo, pero más abajo, y con la cara desencajada, se encuentra, sólo,
nuestro mendizale Joaquín. El pobre está recordando una y otra vez los 200 metros y el llaneo
de Miguel…
Pasados varios minutos llega
Joaquín al merendero, destrozado y con la cara roja como un tomate. No puede ni
descansar 5 minutos. Miguel está nervioso porque teme que nos coja la
oscuridad.
Son las 16:00 horas y Miguel no
nos deja comer.
La bajada la hacemos en chus.
Aquí le vemos a Rebu tan contento. Se nota sus paseos de fin de semana de 2 horas por las calles de San Sebastián...
Para las 17:00 horas ya estamos
de vuelta en Ezcaray. Nos ha sobrado una hora de luz…
Por la tarde, nos echamos un
pigazu de 2 horitas.
Ducha y vuelta a la calle.
Por la noche cenamos en el
Echaurren. Restaurante que, por cierto, se come muy bien.
Yo, recomendado por
la camarera, me pido las “albóndigas de la abuela”. Error grave. Mira que no
había otras cosas que pedir en un Restaurante de nivel…
La conversación en la cena es
escasa. Estamos bastante cansados y el único que da juego es Ures que habla y
habla. Gracias Ures por amenizar un poco la cena.
La idea inicial era hacer una
segunda juerga, pero no estábamos por la labor. Tomamos una
copa en el DE2 y para casa. La escalada al merendero no hay quien la levante…
Intento levantarme un poco antes
que los demás para darme una última vuelta por el pueblo pero no es posible ya
que, es bastante tarde y se despiertan con el ruido de la ducha.
Aun y todo bajo al pueblo a
desayunar sólo.
Cuando vuelvo me encuentro que
han estado limpiando la casa de arriba abajo. Baños, cristales, polvo, fregonas…
Ufff, de la que me he librado.
Salimos de Ezcaray pronto para
llegar a casa a comer.
Espero repetir la experiencia. Lo
he pasado muy bien.