Sábado 27 de junio,
Es la segunda vez que nado esta
travesía con los hermanos Aldecoa.
Como siempre, llego puntual a
casa de Josu. Mientras tomamos un ten ten pie aparece Pelayo. Después de unas
risas, discutimos si nadar o no con neopreno. Al final, decidimos nadar sin
neopreno. La verdad es que no lo entiendo, ya que con neopreno se nada mucho
mejor y los hermanos Aldecoa no han entrenado casi nada. Una vez más, les voy a dar una paliza...
La prueba está muy bien
organizada. Desde Mundaka salen unos autobuses en dirección a Bermeo. En el
puerto de Bermeo puedes dejar una mochila con la ropa que más tarde la llevarán
al punto de llegada, Mundaka.
Yendo a Mundaka, desde el coche,
se le puede apreciar a Pelayo en su motazo.
Recogemos los dorsales y nos
ponemos a la cola para coger el autobús. No sé, seremos unas 300 personas, pues
bien, cogemos el último autobús que llega justo para el inicio de la prueba. Es
lo que tiene ir con los Aldecoa. Tensión hasta el final…
En el autobús:
En dirección al puerto de Bermeo:
Una foto antes de la salida:
Llega el momento. Me despido de
los hermanos porque quiero coger buena posición. Dan el bocinazo y salgo como
un rayo. A los 300 metros
veo a una chica que nada con neopreno y que va a buen ritmo. Me pongo detrás de
ella hasta llegar a la meta.
Puede que haya sido la mejor
prueba en cuanto a coger pies. Llevaba un buen ritmo y era muy fácil de
seguirle porque llevaba un nepreono de colores.
Al final acabo con un tiempo de
39’43’’. Puesto 41 de 120 personas.
En la llegada, me hago unas fotos
con unos conocidos. Ramón, de “paquetillos”, Iñigo de la Caixa e Iñigo, el pequeñín,
amigo de Ramón.
Y cómo no, la foto del campeón.
Aprovecho para quedarme a dormir
ese sábado ya que son fiestas de Mundaka.
Comeremos, en el Casino de
Mundaka, con unos amigos de los hermanos Aldecoa. Es la cuadrilla de
exjugadores de fútbol de Mundaka.
Y por la noche, por supuesto,
algo de juerga.